Una quincena de empresas líderes del sector tecnológico participan en la cuarta convocatoria del Programa RADIA, respaldado por Indra e impulsado por Fundación ONCE, Fundación CEOE y la Conferencia de Consejos Sociales de las universidades españolas, acogiendo a las 35 mujeres con discapacidad que  forman parte de la iniciativa desde el pasado octubre.

 

Inditex, Accenture, Quirón Salud, Amadix, Narrativa, Sirt, Siemens, Garrigues, Telefónica, Additum, Kyndryl, Roche, Idavinci, Hack by Security, Tragsa y Berger Levrault son las empresas colaboradoras .En ellas, las alumnas podrán poner en práctica los conocimientos adquiridos en materia de inteligencia artificial y data, así como ciberseguridad.

 

Durante la jornada celebrada en el Hub de Por Talento Digital, de Fundación ONCE, bajo el título ‘Real Work Programa RADIA’, se presentaron las empresas colaboradoras, en un acto que contó con la presencia de Ángel Sánchez, director general de la Fundación CEOE; Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las universidades españolas, y Patricia Sanz, vicepresidenta de Igualdad, Recursos Humanos, Cultura Institucional e Inclusión Digital de la ONCE.

 

Sánchez agradeció a las empresas  que apuesten por un programa que aboga “por la excelencia y la diversidad”, como es RADIA, y dijo de ellas que “son un ejemplo de la mejor España”.

 

En la misma línea, Abril aseguró “presumir” de participar en RADIA, un programa que responde a problemas actuales como el de la falta de profesionales en profesiones STEM, ya que ofrece una formación cualificada enfocada al empleo. A su juicio, se trata de una iniciativa “que acierta porque mira hacia el futuro con la tendencia adecuada” y brinda a las alumnas un aprendizaje aplicado en diversas áreas tecnológicas que combinan con su formación de base, lo que favorece la transversalidad necesaria en el mercado laboral actual.

 

Finalmente, Sanz dijo sentirse orgullosa de ser embajadora de RADIA por lo que significa para el Grupo Social ONCE, ya que permite trabajar con empresas y universidades y trasladar al resto de la sociedad el ejemplo de que las mujeres con discapacidad pueden formar parte de la tecnología. En esta línea, pidió ayuda para hacer de las carreras STEM un campo más atractivo para las mujeres y para traducirlo posteriormente en empleos reales.