Ayer se celebró en Madrid una jornada de trabajo bajo el título ‘Papeles sobre el Pacto Educativo’, organizada por Atresmedia y liderada por el filósofo José Antonio Marina. En este encuentro se han dado cita cerca de cien representantes de las entidades del ámbito educativo y la formación, así como Miguel Ángel García de Andrés, vicepresidente RRHH del Grupo VIPS, y Juan Manuel Cruz Palacios, director de RRHH de Acciona, en calidad de vicepresidentes del consejo asesor del Foro Inserta Responsable. 

Su presencia en este espacio se justifica en que la formación adaptada a las necesidades reales de las empresas es una cuestión que se ha establecido como línea de trabajo 2016/2017 en el ámbito del citado consejo asesor.  Además, supone una gran oportunidad para que la formación pueda ser inclusiva, atendiendo a las necesidades de las personas con discapacidad, y estableciendo módulos y una cultura educativa en la que prime la diversidad.
Asimismo, es vital para el empleo de personas con discapacidad  que la formación se adecúe a las necesidades reales y competencias demandadas por las empresas.
 

El Foro Inserta Responsable cofinanciado por el Fondo Social Europeo, es una plataforma de trabajo en red e innovación social que posi¬bilita compartir prácticas, herramientas y experiencias que favorezcan el eficaz desarrollo de las políticas inserción laboral de talento con discapacidad y RSE-discapacidad. Forman parte del Foro Inserta Responsable más de 80 empresas y entidades líderes en su sector.

Tal y como ha explicado Marina, todas las naciones del mundo están en “estado de emergencia educativa”. Si no quieren marginarse, las personas, los sistemas educativos, y las sociedades deben aprender, al menos, a la misma velocidad con que cambia el entorno. A corto y medio plazo, los cambios serán cada vez más acelerados, lo que obliga a fomentar y construir una “sociedad del aprendizaje”. Todos los sistemas educativos (sean buenos, mediocres o malos) tendrán que mejorar.

 
Sin embargo, los intentos por conseguir un consenso al respecto han fracasado una y otra vez. Todo el mundo acepta la necesidad de un pacto educativo, sin que esa convicción lleve a resultados prácticos. En opinión del filósofo, el estudio de la historia permite destilar los puntos de coincidencia y los puntos de conflicto, así como las diferentes propuestas que, a lo largo de los años, se han ido presentando; todo ello nos permite establecer un elenco de posibles soluciones.

Según reflejan los ‘Papeles para un Pacto Educativo’, todavía en fase de discusión, se requiere de la participación de todos los agentes sociales implicados. El sistema educativo y formativo debe desarrollar al máximo las competencias de todos los alumnos, fomentar una educación cívica y ética, y prepararlos para la inserción en el mundo laboral. En este sentido, parece necesario la implantación de una formación de calidad, que cuente con la colaboración del mundo empresarial.