Expertos señalan que la discapacidad contribuye a establecer un modelo de crecimiento sostenible e inclusivo

Riaño, García y Cabra de Luna

La discapacidad "puede y debe" contribuir a la creación de un modelo de desarrollo que combine sostenibilidad ambiental e inclusión social activa en el marco de la economía social. Esta es una de las conclusiones del taller de reflexión 'Caminando hacia los objetivos UE 2020: Fondos Estructurales, discapacidad y economía baja en carbono', organizado por Fundación ONCE.

Según informa Servimedia, durante la jornada, el director de Relaciones Sociales e Internacionales y Planes Estratégicos de Fundación ONCE, Miguel Ángel Cabra de Luna, explicó que el objetivo de esta jornada es identificar las claves que permitan analizar la contribución de las personas con discapacidad al cumplimiento de los objetivos de la Europa 2020, en concreto, a alcanzar aquellos objetivos vinculados a la transición hacia una economía baja en carbono y la lucha contra el cambio climático en el marco de las prioridades de inversión de la Política de Cohesión 2014-2020.

Cabra de Luna destacó que la discapacidad "puede y debe" participar en la transición hacia este nuevo modelo. En este periodo 2014-2020, aseguró, la accesibilidad, "en la que España es puntera", se vertebrará a través de fondos estructurales porque "no se puede desaprovechar esta ventaja competitiva".

Por ello, dijo, el objetivo es que la accesibilidad se convierta en un "nuevo norte" también a nivel europeo y en un elemento de la Marca España, "contribuyendo a un aumento de la competitividad".

El director Corporativo de Alianzas, Sinergias y RSC de las empresas de la ONCE y su Fundación, Fernando Riaño, señaló que "ahora más que nunca, Europa debe ser capaz de competir con una mayor eficiencia con las potencias emergentes y no tan emergentes en un mercado mundial globalizado" y puntualizó que este periodo 2014-2020 "abre una nueva ventana a oportunidades para impulsar el anhelado cambio hacia un modelo productivo más eficiente e inclusivo donde prime la igualdad de oportunidades".

Así, subrayó el reconocimiento de la discapacidad "como una prioridad en la inversión" en Europa, lo que conlleva que "los Estados miembros deberán dedicar fondos a la formación, al empleo e inclusión de las personas con discapacidad, así como a la accesibilidad".

En este sentido, afirmó que existe una "fructífera alianza" entre ONCE y su Fundación y la UE, a través de la cual se ha logrado la inserción laboral de más de 47.000 personas con discapacidad en Europa.

Además, Riaño destacó la apuesta por parte del grupo de empresas de ONCE y su Fundación por la creación de empleo de calidad mediante inversiones en tecnologías, así como en la creación de Centros Especiales de Empleo "innovadores".

7.000 EMPLEOS

Según aseguró, desde Fundación ONCE y su grupo de empresas, con más de 30 empresas de la economía social en sectores como el ocio, la accesibilidad, el turismo o los servicios socio-sanitarios, y donde más del 70% de las personas que componen sus plantillas tienen alguna discapacidad, se crearon más de 7.000 empleos el pasado año para personas con discapacidad.

Asimismo, señaló que esta jornada trata de identificar "cómo desde la discapacidad se puede contribuir a crear un modelo de desarrollo que combine sostenibilidad ambiental e inclusión social activa en el marco de la economía social y la accesibilidad a través del diseño para todos de bienes, productos y servicios".

"Estamos ante una Europa cambiante", dijo, y en este marco mostró la disponibilidad de ONCE y su Fundación "a colaborar desde el crecimiento sostenible y responsable e inclusivo centrado en el talento de las personas con discapacidad" para la consecución de una Europa "que utilice eficientemente los recursos y los gestione de forma diferente", algo, puntualizó, "fundamental para garantizar el empleo y mejorar la productividad".

El subdirector general de Programación Territorial y Evaluación de Programas Comunitarios de la Dirección General de Fondos Comunitarios del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, Jorge García Reig, se refirió a la migración a una economía baja en carbono como uno de los objetivos temáticos de la Estrategia de la Unión Europea de cara a 2020.

Para favorecer la transición hacia una economía baja en carbono se contemplan entre otros objetivos, según García Reig, la eficiencia energética, el fomento en la producción de energías renovables, así como de la investigación, innovación y adopción de tecnologías de baja emisión de carbono.

Según explicó, en este periodo las regiones ricas están obligadas a emplear en general un 80% de sus recursos en I+D+I, mejora de la competitividad de las pymes, uso y calidad de las TIC y en la economía baja en carbono. A esta última, señaló, se dedicará un 20% de toda la programación europea, al tiempo que aseguró que desde el Estado las ayudas a este objetivo serán de un total de 2.300 millones de euros.