El Grupo Educativo CEF-Udima y Fundación ONCE han firmado un convenio para colaborar en la mejora del acceso de las personas con discapacidad a la universidad y al mercado laboral.
La presidenta de Udima, Arancha de las Heras, y el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso, firmaron este acuerdo de colaboración para derribar la discriminación en la sociedad. Según explicaron, trata de formar y sensibilizar. Asimismo, mejora la inclusión laboral a través de las prácticas académicas, entre otras actuaciones.
Durante la firma, a la que acudió también la directora del Departamento de Desarrollo Profesional CEF-Udima, Kelly Brun, Arancha de las Heras, mostró el agradecimiento del Grupo Educativo para «avanzar» con este acuerdo, en el que hay «obligaciones y responsabilidades por ambas partes». La presidenta de Udima recalcó que, entre los miles de estudiantes «ávidos de conocimientos» que ocupan las aulas de la institución educativa, también hay espacio para hablar de inclusión e igualdad. «Cada año podemos hacer más para sensibilizar y trabajar todos en esa inclusión"», aseveró.
El acuerdo establece cuatro ámbitos de actuación para los próximos cuatro años: formación y sensibilización, accesibilidad universal, inclusión laboral y la posibilidad de incluir a Udima en el Foro de contratación socialmente responsable de Fundación ONCE.
Como recordó Arancha de las Heras, la universidad ya cuenta desde hace unos años con la Unidad de Necesidades Especiales, pero resaltó la necesidad de «hablar con el alumno» —más allá del material académico adaptado— como «la mejor manera» de canalizar sus necesidades: «Que nos lo cuenten y así les ofrecemos la mejor solución, y además aprendemos cómo mejorar nuestra docencia».
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Por su parte, Martínez Donoso valoró especialmente la actitud del Grupo CEF- Udima además de los materiales académicos adaptados: «Creéis que debéis ir más allá». El director general de Fundación ONCE explicó brevemente cómo ha evolucionado esa lucha por la accesibilidad. Tras un buen momento con ayudas públicas a través del Imserso, un conflicto legal paralizó todas las actividades que venían desarrollándose con las universidades.
«A partir de ese momento, casi todas las universidades se paralizaron», prosiguió, y desde entonces se inició una labor paralela desde Fundación ONCE para «fomentar que el estudiante con discapacidad pudiera acceder a la universidad».
Fruto de esa labor surge este convenio, que mira a los más de 20.000 estudiantes universitarios con discapacidad en España, también a aquellos que quieren acceder a un puesto en la Administración Pública, que ya tiene un cupo de discapacidad.
Martínez Donoso subrayó que hay que aprovechar el contexto actual, sobre todo en las escalas más altas (grupos A y B), donde realmente se pueda ver esa accesibilidad.